«Sabía que se moría, pero no hizo nada para evitarlo»

Casi un año después de haber contemplado por última vez el rostro pálido y avejentado de su hija Elisabeth, Josef Fritzl fue obligado por la justicia austriaca a enfrentarse al testimonio de su víctima en un dramático vídeo de once horas de duración que resume sus casi veinticuatro años de martirio encerrada en un sótano sin luz ni ventilación natural.

La Audiencia de Sankt Pölten cerró sus puertas para proyectar la declaración de Elisabeth. Sólo jueces, miembros del jurado, la defensa, la fiscal y el propio Fritzl escucharon los detalles del calvario. Antes de que se iniciara la sesión, la Policía registró la sala con perros entrenados para detectar artículos electrónicos ante el temor de que algún periodista hubiera ocultado un micrófono o una cámara.

El portavoz del tribunal, Franz Cutka, apenas dio detalles de la declaración, ni siquiera del impacto que tuvo su proyección entre los presentes. Las autoridades judiciales priman la intimidad de Elisabeth a pesar de la expectación que el caso ha despertado en todo el mundo. «Fritzl ha seguido con gran atención las declaraciones de su hija», se limitó a decir Cutka.

Pero la decisión de alejar a la principal víctima del 'monstruo de Amstetten' del proceso ha sido criticada por varios expertos, que advierten que ello impedirá a la defensa, a la fiscal y a los jueces determinar varios aspectos todavía no aclarados, un vacío jurídico que, denuncian, ayuda al culpable y no a la víctima.

Al parecer, Elisabeth relató ante la cámara que durante su largo cautiverio intentó «complacer» a su padre para proteger a sus hijos y no se excluye que haya descrito los abusos sexuales a los que fue sometida. Algunas versiones de periodistas han señalado que Josef Fritzl la sometió a perversiones y la obligó a usar material pornográfico.

También parece seguro que Elisabeth relató las circunstancias de la primera violación y que su padre sólo decidió desencadenarla, al cabo de seis meses, después de constatar que la atadura le molestaba a él para practicar sexo.
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